Vaya candidato que impuso AMLO para la contienda gubernamental.- Alberto Unda

Alberto UNDA

Hay una anécdota que retrata de cuerpo entero la catadura inmoral del flamante candidato del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) Salomón Jara Cruz, cuando ocupaba el cargo de secretario de Desarrollo Agropecuario, Forestal, Pesca y Acuacultura (Sedafpa) del gobierno del estado:

Durante una reunión en palacio de gobierno, al ser severamente cuestionado por sus compañeros de gabinete por el irregular y tramposo uso y destino de los abultados recursos que manejaba, supuestamente para apoyar a los oaxaqueños que sobreviven en zonas marginadas y de extrema pobreza, cuyo trabajo de campo apenas les medio sirve para mitigar el hambre y que auditorias posteriores, mostraron que el ahora morenista, los había empleado en su beneficio personal, este cínico sujeto, soltó risas y risas que se convirtieron en carcajadas.

El insultante cinismo de Jara Cruz, hizo que el propio gobernador del estado, lo reconviniera y ante los desplantes del hoy candidato a la gubernatura, le pidiera la renuncia.

Al oír esto, Salomón Jara Cruz, en lugar de dimitir al cargo que ostentaba, se engalló y respondió:

“No Gabino… tú no puedes pedirme la renuncia, porque tú no me nombraste, el cargo se lo debo a Andrés Manuel López Obrador quien convino contigo la posición que me tocaba en la administración…”

Dicho esto, sin rubor alguno, Jara Cruz continuó muy campante en la reunión, pero poco a poco, las evidencias, las denuncias y las acusaciones  se fueron acumulando al punto de que llegó un momento que el gobernador ordenó el cese fulminante de Jara Cruz.

La anécdota refiere que un día Salomón andaba en una supuesta gira de trabajo, y de pronto, alguien le llamó para comentarle: “Oye salomón, en este momento, está tomando posesión como nuevo titular de la Sedafpa, Jorge Carrasco Altamirano”.

Ni pujar pudo el tal Salomón, midió que su relevo, no era un ciudadano de a pie y a regañadientes, tuvo que admitir que el gobernador le había ganado la partida y al menos momentáneamente se quedó sin hueso.

Ah pero eso sí, los más de 9  millones de pesos, que no pudo justificar, ni comprobar en qué los utilizó, siguen sin aparecer, ni Salomón termina por devolverlos.

Investigado por la Auditoria Superior del Estado (ASE) por la falta de comprobación de recursos cuando fungiera como titular de la Sedafpa, Jara Cruz fue otra vez evidenciado -el pasado miércoles 12 de febrero- cuando en una reunión con simpatizantes de Morena,  éstos públicamente,  reprocharon al ex funcionario su turbio pasado y la forma en que se ha aprovechado de las necesidades de la gente.

Salomón Jara está sujeto a tres investigaciones por parte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la Auditoría Superior del Estado (ASE) y la Secretaría de la Contraloría y Transparencia Gubernamental, dependencias que le han detectado diversas irregularidades.

Las observaciones encontradas tienen que ver con la mala administración de recursos públicos, “transferencias a fideicomisos fuera de la normatividad, donde no se sabe qué se hizo con ese dinero”, entre otras anomalías financieras.

Salomón,  está acusado de haber vendido los proyectos productivos que debían servir para apoyar la económica de cientos de oaxaqueños pobres, pero el ex funcionario los utilizó para su beneficio personal y el de su familia.

En los tres procedimientos que se le siguen al abanderado de MORENA,  se han detectado alteraciones por 9 millones de pesos, esto con independencia de que la ASE pueda tener abierto otro procedimiento en contra del ex secretario de la Sedafpa, quien solamente estuvo en el cargo tres años, es decir que se embolsó tres millones de pesos por año, bueno eso solo de lo que se ha detectado hasta ahora.

Sus ex vecinos, recuerdan entre broma y broma, la época en que el “intachable”, “integro”, Salomón Jara Cruz, el hombre de las más puras convicciones democráticas, quien por ello, es ahora, el gran aliado del paladín de la renovación moral, AMLO, vivía en una modesta unidad habitacional de interés social, denominada “La Fundición” y hoy es propietario de una mansión en el  exclusivo fraccionamiento residencial, Colinas de Monte Albán, cuyo costo aproximado supera los 15 millones de pesos.

Es improbable que Andrés Manuel López Obrador, no conozca los oscuros antecedentes del candidato que impuso en Oaxaca, pero como también el tabasqueño, no canta mal las baladas, tal vez recibió una buena mochada para designarlo su abanderado para la contienda por la gubernatura del estado, pues dicho sea de paso, a AMLO, -que no se sabe bien a bien en qué trabaja y de dónde obtiene los recursos que utiliza para su campaña permanente- no le vienen nada mal, varios cientos de miles de pesos, que sus aliados, le proporcionen “espontáneamente”.

Oaxaca, que para generar conflictos  se pinta solo, está viviendo ya un serio problema, el cual no deben soslayar Alejandro Murat Hinojosa y José Antonio Estefan Garfias: la sucesión en la rectoría de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca.

Quienes se dedican a la actividad política, saben y conocen que cuando en la UABJO se viven tiempos tersos y sin sobresaltos, las demás actividades transcurren normal y tranquilamente.

Pero cuando las aguas en los terrenos universitarios se agitan o peor aún, se desbordan, lo demás se contamina, como puede ocurrir ahora mismo, con el desaseado y amañado proceso impuesto en la UABJO por el actual rector, Eduardo Martínez Helmes, a quien le importa sobremanera, imponer su sucesor y éste le cuide las espaldas y encubra, las pillerías que “El Chapito” ha cometido en contra del patrimonio universitario.

El asunto no es menor,  porque la sucesión universitaria, ocurrirá en el lapso donde justo, las campañas político-electorales por la gubernatura del estado, el congreso del estado y las 153 presidencias municipales que se rigen por el sistema de partidos estarán en pleno apogeo.

Apenas la tarde del viernes,  custodiado por varias decenas de elementos policiacos, Martínez Helmes, pudo concretar la sesión extraordinaria del Consejo Universitario, que se vio obligado a suspender hace unos días.

Esto ocurrió ante las protestas e inconformidades de la comunidad universitaria, que se oponía a las maniobras del rector, para imponer  a la  Comisión Electoral que se encargará de preparar, desarrollar y vigilar el proceso electoral de sucesión de rector para el periodo 2016-2020, conforme a los lineamientos establecidos en los artículos 44 y 45 de la Ley Orgánica vigente.

El ordenamiento contenido en la Ley Orgánica, establece que la comisión se integrará por un presidente que será electo entre sus miembros, la Secretaria General de la Universidad, quien fungirá como secretario fedatario de la misma, así como por cuatro  integrantes del sector académico, cuatro representantes de la comunidad estudiantil y dos representantes de los trabajadores administrativos, todos a su vez  miembros del Consejo Universitario.

De inmediato, luego de conocer el “dedazo” de Martínez Helmes, sindicatos y organizaciones estudiantiles de la universidad, mostraron su inconformidad por los nombramientos y calificaron de “espuria”, la sesión del consejo, pues explicaron que los nombrados, no son los mejor calificados para conducir el proceso universitario para elegir al  nuevo rector.

A Martínez Helmes, además de garantizarse la continuidad en el manejo del presupuesto universitario, la sucesión le debe salir a modo, para que su sucesor, no mueva un dedo para indagar a donde han quedado los millones de pesos, que él no ha podido comprobar en qué fueron utilizados, pero que él reporta como “gastados”.

Sin duda, la UABJO por la que muchas generaciones de estudiantes, maestros  y trabajadores, lucharon para hacer de la Máxima Casa de Estudios, un ente científico y popular, ha quedado sepultada por la desmedida ambición tanto de Martínez Helmes, como de Leticia Mendoza Toro, quien ocupó la rectoría y ahora sin pena alguna, es la Secretaria General de la universidad oaxaqueña.

Ellos se han encargado de cobrar “hasta la risa” a todos los jóvenes que tienen además de la legítima aspiración, el derecho de estudiar y capacitarse para convertirse en profesionales de las distintas ramas del conocimiento.

El costo de la inscripción a cada una de las carreras universitarias, cuesta ahora “un ojo de la cara”, igual ocurre con la renovación de cada semestre, cuatrimestre o cualquiera que sea la modalidad, donde los jóvenes necesiten estudiar.

Los exámenes, extraordinarios y a título de suficiencia, tienen por igual elevadísimos costos y ni qué decir de un proceso de titulación, el cual en cuanto a precio, nada tiene que envidiarle al que cobran  las universidades privadas que se han multiplicado en Oaxaca y que hacen pingues negocios para cumplir su obligación de entregar los títulos profesionales, a quienes después de cumplir su ciclo escolar, merecen contar con su documento que los acredite como profesionistas.

En la UABJO ahora todo se cobra, todo tiene un precio, por ejemplo para obtener un lugar en las distintas facultades, los aspirantes que no pueden aprobar los exámenes de admisión, si sus familiares, tienen recursos, no deben preocuparse, porque los espacios, también se venden, al mejor postor.

En tales condiciones, la UABJO ha dejado de ser entonces la Universidad Popular por la cual lucharon cientos de oaxaqueños impulsados por su vehemencia juvenil y sus ideales.

Ya el señor Martínez Helmes, se ha encargado de convertir a la Máxima Casa de Estudios en un centro de élite, mayoritariamente accesible para quien pueda pagar el alto costo que implica estudiar ahora en la UABJO.

Parte de esos asuntos, más la sucesión en la rectoría, pueden nuevamente convertirse en un explosivo coctel que contamine las elecciones del domingo 5 de junio, de ahí que para evitar sorpresas, los dos principales candidatos a la gubernatura, debieran poner atención y tratar en la medida de lo posible de coadyuvar, para que el tema universitario, no se desborde.

Aplicando la vieja receta de “Las mujeres y los niños primero, otro que abandonó el barco para retomar su cómoda posición como magistrado del TSJO, fue el controvertido Manuel de Jesús López López, quien  renunció este viernes, al cargo de secretario de la Contraloría y Transparencia Gubernamental.

Lo hizo así,  para ponerse a resguardo como magistrado, sin importarle  que al botar el cargo dejara pendientes, varias investigaciones que involucran lo mismo a funcionarios y exfuncionarios de la anterior y actual administración gubernamental quienes están en entredicho por presuntos actos de corrupción, y desvió o apropiación ilegal de recursos públicos.

Previamente, como procurador de justicia de la entidad, también dejó en la congeladora diversas órdenes de aprehensión en contra de colaboradores del exgobernador Ulises Ruiz Ortiz quienes fueron señalados de un quebranto patrimonial superior a los  4 mil millones de pesos del erario público.

En un comunicado oficial se  informó que López López dejó la Contraloría,  para reincorporarse como magistrado del Tribunal Superior de Justicia (TSJ),  el mismo texto dio a conocer que en su lugar fue designado Luis Felipe Cruz López.

Apenas en enero pasado el ahora ex contralor confirmó que el ex colaborador y ahora candidato de Morena a la gubernatura de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, sigue  sujeto a tres procedimientos administrativos por su presunta responsabilidad en el desvío de recursos públicos por una cantidad superior a los 6 millones de pesos.

Precisó que las investigaciones se encontraban en la etapa de pruebas, es decir que el indiciado había presentado documentales de defensa para solventar las irregularidades que le fueron detectadas en las auditorias que se le practicaron cuando era titular de la Sedafpa.

En septiembre del año pasado, López López confirmó el inicio de un procedimiento de responsabilidad administrativa por presuntos actos de corrupción cometido por Germán Tenorio Vasconcelos, cuando se desempeñó como secretario de Salud.

Tenorio Vasconcelos, quien renunció a su cargo el 10 de junio de 2015, sin que ofrecer ningún argumentaron que justificara su separación del cargo, se le investiga por la compra de un avión con un valor estimado de 235 mil dólares, o sea más de 3 millones y medio de pesos al cambio actual.

La aeronave la adquirió, el 27 de marzo de 2014, cuando aún era funcionario público.

El ahora magistrado del TSJO,  detalló que la Inmobiliaria Tenorio SA de CV registró el avión marca Cessna Aircraft Company modelo 340 como privado ante la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), con la matrícula XB-LKO y el número de registro P00-2-62-000000022-0000-0-1.

El cambio de propietario quedó registrado en el libro R384 L38 con folio FJ192 S-D del control interno de la DGAC, donde se asentó que dejó de pertenecer a EBM’HOF’BCR y pasó a manos de Inmobiliaria Tenorio.

Entre la lista de otros funcionarios  de la actual administración, que en su oportunidad, también fueron denunciados figuran:  el exsecretario de Sinfra, Netzahualcóyotl Salvatierra López; el director general de Caminos y Aeropistas de Oaxaca, Guillermo Martínez Gómez, y el jefe de departamento de licitaciones y contratos de la misma dependencia, Humberto Juárez Vargas.

En la denuncia se revela que hubo irregularidades en la contratación de obra pública, ya que se adjudicaron de manera directa y por invitación restringida, principalmente a empresas foráneas, pese a que el “Plan Estatal de Desarrollo 2010-2016” establecía  como un objetivo prioritario del actual gobierno que la obra pública fuera ejecutada preferentemente por empresas oaxaqueñas.

Diversos contratos se adjudicaron ilegalmente en los ejercicios fiscales 2011, 2012, 2013 y 2014 por un monto total de dos mil 776 millones 18 mil 292 pesos.

Sin importarle el tiradero que dejó a su paso como contralor, Manuel de Jesús López, regresa ahora a la comodidad de su lugar en el TSJO, a donde fue a refugiarse, luego de su poca afortunada actuación como Procurador General de Justicia del estado.

Al fin de cuentas lo que buscó López al cuadrado, fue igual que otros ex funcionarios que dejaron el puesto,  para buscar cargos de elección popular desde donde –en caso de ganar- obtengan impunidad y se salven de ser llamados a cuentas, por el próximo gobierno, que muy probablemente, será de un partido diferente a los que integraron en 2010 la coalición, que luego los acomodó en muy rentables dependencias gubernamentales.

Seis partidos políticos y una coalición ya tienen a sus postulados como candidatos a la gubernatura del estado; tres aspirantes que buscaban  participar como independientes, no lograron el mínimo de firmas requerido  la autoridad electoral.

El Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO) informó que a partir del pasado viernes 11 de marzo y hasta el 25 del presente mes, quedó abierto el plazo para el registro de candidatos a la gubernatura de la entidad.

Quienes han manifestado su intención de competir por la gubernatura son: Alejandro Murat, por el Partido Revolucionario Institucional (PRI); José Antonio Estefan Garfias, por la coalición PAN- PRD; Salomón Jara Cruz, por Morena; Benjamín Robles, por el PT; Alberto Esteva, por Movimiento Ciudadano; Joaquín Ruiz Salazar, por Partido Renovación Social (PRS), y Manuel Pérez Morales por Partido Social Demócrata (PSD).

Los aspirantes a gobernador por la vía independiente fueron Juan Manuel García, Zenén Ávila Elena y Matías Romero Solane, sin embargo no quedaron registrados porque no presentaron el mínimo de firmas requeridas.

En el caso de la candidatura independiente era preciso contar con al menos  54, mil 418 firmas de ciudadanas y ciudadanos,  que los apoyaran.

Una sorpresa, en la lista de aspirantes que el IEEPCO dio a conocer,  es la inclusión, casi subrepticia  de Alberto Esteva, quien supuestamente todavía se desempeña, como coordinador de asesores del gobernador del estado, pero quien como dicen ahora los jóvenes, “algo quiere” y no es dinero.

Ese ya lo ganó a manos llenas, cuando fue titular de la Secretaría de Seguridad Pública, cuando invirtió cientos de  miles de pesos, en cumplirse todos sus caprichos, menos en dar seguridad y proteger el patrimonio y la vida de las y los oaxaqueños.